Análisis
de los síntomas y signos clínicos de la enfermedad del Sistema
Urinario.
Siguiendo
al incremento en al orina hay luego una reducción en el volumen que
está relacionada con la severidad del proceso de la enfermedad en el
riñón. La cantidad de sangre en la orina varía desde la suficiente
para darle una apariencia humeante hasta una cantidad que forma un
precipitado rojizo.
La
gravedad específica de la orina, la reacción es ácida y la orina
es usualmente llena de proteínas. El examen microscópico de los
depósitos muestra la presencia de sangre, moldes de sangre y moldes
epiteliales en las primeras etapas. En las últimas etapas aparecen
moldes glanurales.
- Nefritis Intersticial Aguda: En el perro esta enfermedad es un elemento de infección con LEPTOSPIRA CANICULA, McIntyre y Stuart (1949) describen esta fase de la enfermedad como un daño renal primario. Este sigue aproximadamente 1 ó 2 semanas después del estado invasivo. El animal afectado puede parecer haber perdido condiciones y está deprimido. La respiración se dificulta. El pulso se incrementa en tiempo y fuerza. La proteína está presenta en la orina. La Leptospirosis puede ser encontrada en la orina en una alta proporción de casos.
La
primera forma ocurre en perros jóvenes y viejos. El perro se vuelve
flaco y sediento. El apetito es disparejo. La respiración es a
menudo, poco regular y el pulso es resonante. Puede existir una
historia de vómitos ocasionales. La orina pasa en cantidades
incrementadas, la gravedad específica es baja, se encuentran trozo
de proteína y los depósitos contienen células epiteliales con bajo
contenido de urea. La sangre en la urea se incrementa en casos
severos hasta 150 mg por cada 100 cc, o más. La correlación con la
leptospirosis depende de la demostración de una aglutinación
anormal.
La
segunda forma se encuentra frecuentemente en perros de 6, 7 y más
años. Esta forma puede ser la secuela de una infección anterior de
leptospirosis, pero también puede ser resultado de otras causas.
Con
mucha frecuencia hay una historia de vómitos irregulares que se
extienden por un período de pocas semanas a dos o tres años. Estos
vómitos pueden haber sido atribuidos a algún desorden gástrico
indefinido. La sed se asocia con poliuria e incontinencia nocturna.
La pérdida de condiciones, primero gradual, se acentúa y en la fase
final el animal de la enfermedad puede estar muy destruido.
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